Ahora quiero contaros cómo este último año ha sido transformador y ha puesto del revés toda mi vida. Una vida que tenía anclada en mi amado y añorado: Alicante, y que nunca pensé que cambiaría por este país, que perfectamente podría ser un paisaje de postal o una ilustración de un cuento infantil: Luxemburgo.

   Alcancé uno de mis mayores logros: obtener una plaza como oficial en el Parlamento Europeo, aquí, en todo el centro de Europa, donde se reúne lo mejorcito de las Instituciones Europeas, empresas financieras, y gente de lo más variada. Este puesto ha sido un sueño hecho realidad, superando mis expectativas en todos los sentidos.

   Mientras equilibraba tantos roles (mi trabajo en banca, el lanzamiento de mi proyecto: la start up «reticlaje.eu», y la preparación intensiva de las oposiciones de la UE) logré dar este paso, crucial en mi carrera profesional y en mi vida personal.

  Con el apoyo de mi marido, la alegría por la llegada de nuestro bebé (qué recuerdos cuando con una mano hacía los test de EPSO y con la otra mecía el carrito para que Migueli se durmiera un rato), y el impulso de personas clave como Ewa Sinclair (Jefa de la Unidad de Traducción Española en el EP) y Ana Saco (Coordinadora de Calidad en aquel momento de la misma Unidad) , quienes confiaron en mí desde el primer momento y vieron algo que les aventuró a elegirme para esta misión.

          Siempre les estaré agradecida por su confianza y por haberme dado esta oportunidad.